• Ante estudiantes del doctorado en Derecho Parlamentario, del Instituto de Derecho Parlamentario de la Universidad Complutense de Madrid, España, el Senador del PRD hizo una amplia exposición sobre el tema
VILLAHERMOSA, TABASCO, 17 DE NOVIEMBRE DE 2010.- Sin la lucha que ha dado la oposición a lo largo de los años, que le costó cárcel, sangre y que tuvo momentos heroicos, no se explicaría la transición democrática en México, sostuvo el Vicepresidente del Senado de la República, Arturo Núñez Jiménez.
Al hablar ante estudiantes del doctorado en derecho parlamentario, del Instituto de Derecho Parlamentario de la Universidad Complutense, en Madrid, España, dijo también que la transición difícilmente hubiera avanzado sin la voluntad del PRI, que era el partido hegemónico y mantenía el control político en el país.
El Senador del PRD fue invitado por esa prestigiosa universidad española a dictar una conferencia magistral a estudiantes de doctorado en derecho parlamentario.
En su amplia exposición, resaltó que, de 1976 a la fecha, México ha pasado de un sistema de partido hegemónico a un sistema mixto, que combina mayoría relativa y representación proporcional, y consideró que esa fue la clave para que se diera el cambio político en el país.
Expresó que fue un acierto muy grande establecer un límite de ocho por ciento en la Constitución Política de México a la sobrerrepresentación en el Congreso de la Unión, con lo que se eliminó la cláusula de gobernabilidad, porque eso le vino a dar representatividad al Legislativo y “vino auspiciar un cambio importante en la vida partidista de México”.
Núñez Jiménez habló de los cambios que ha habido en el país en el sistema electoral y de partidos en el país, de las crisis políticas que, para solucionarlas, se tuvieron que crear nuevas instituciones electorales que pudieran garantizar elecciones libres y creíbles.
Indicó que hubo la necesidad de crear “una ingeniería constitucional” bajo “la hipótesis” de que el PRI se mantenía en el poder a través del fraude electoral, la cual “llegó a tener una gran aceptación en México”.
Por lo tanto, la exigencia de elecciones libres y auténticas, dentro del paradigma universalmente aceptado, se constituyó en un tema fundamental en la transición política mexicana.
En ese sentido, el Senador por Tabasco expuso que la alternancia en la Presidencia de la República se convirtió en un “objetivo obsesivo, fundamental y casi de prueba de calidad del avance democrático de México”, por lo que pasó a ser “tema dominante” en la vida política nacional.
Luego de explicar a los estudiantes españoles la crisis política que desató en el país las elecciones presidenciales de 1988, señaló que la “caída del sistema” se convirtió en “una frase emblemática de la crisis de legitimidad del sistema electoral”, por lo que se tuvo que hacer “un enorme esfuerzo” para restituir esa legitimidad con la creación de nuevas instituciones.
Así surgieron el IFE y el TEPJF para resolver los problemas de organización y calificación de las elecciones mexicanas.
Hoy, manifestó Núñez Jiménez, tenemos una institución electoral bastante aceptada, aunque sufrió un retroceso en las elecciones presidenciales del 2006, pues perdió credibilidad.
Esta autoridad es muy costosa, pero sólo se entiende a la luz de la especificidad mexicana de desmantelamiento de un régimen de partido hegemónico, dijo.
Aseveró que estos cambios en el sistema electoral “fueron haciendo cada vez más creíbles las elecciones”, pues éstas se están constituyendo en la fuente originaria del poder público, como debe ser en un estado democrático.
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