lunes, 15 de noviembre de 2010

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Nov 15

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)
Juan_ochoa45@hotmail.com

Hacer política, sí, pero de la buena

Cuando Andrés Granier Melo aseveró, dirigiéndose a sus colaboradores, que se requiere “menos política, más trabajo”, evidentemente se refería a la grilla, a la politiquería barata, a la pérdida de tiempo en calenturas madrugadoras y, por tanto, estériles.

En realidad lo que se necesita, en la función pública, es hacer política; pero buena política, para ponerla al servicio de la comunidad, en perfecta armonía y sincronía con el quehacer público en su conjunto.

Si todos los funcionarios y también los actores políticos de uno y otro signo partidista hicieran buena política, ello sería de innegable beneficio para Tabasco.

Además de esa muy pertinente puntualización del gobernador en su informe, un hecho resulta ser de singular relevancia: la presencia de Francisco Blake Mora. No es común que el Presidente Felipe Calderón envíe a su secretario de Gobernación como representante a este tipo de eventos. Lo usual hubiese sido que acudiera, por ejemplo, el titular de Semarnap.

Y así tenemos que Granier delineó ayer la ruta de su administración para los dos años restantes del periodo constitucional; envió señales claras respecto a qué negociaciones espera lograr en la mesa de diálogo que se instalará en la Secretaría de Gobernación el próximo miércoles; leyó la cartilla a sus funcionarios; y a quienes ya caminan con miras a los comicios de 2012, les advirtió:

“Quiero dejar claro: los tiempos electorales en Tabasco no han llegado. Si alguien del equipo quiere adelantarse en asuntos, es algo que tendrá que asumir desde la sociedad civil, no desde el gobierno. A los actores políticos les reitero la invitación a sumarse al trabajo por Tabasco. No los invito a sumarse a una persona. Los invito a sumarse al desarrollo de Tabasco”.

Y sin que ello necesariamente signifique que piensa hacer ya ajustes en el gabinete, sentenció: “Que se comprenda bien. Los integrantes de mi equipo deberán aplicarse de tiempo completo al cumplimiento de sus tareas. Quien no lo haga, le estará fallando a Tabasco y al gobernador, y eso significará su retiro del cargo”.

Detalló los ejes rectores de su administración para los siguientes 24 meses: 1. Ser un estado menos vulnerable a los efectos del cambio climático; 2. Abatir los índices de todo tipo de delincuencia; 3. Fortalecer la economía; 4. Robustecer, asimismo, el desarrollo social.

“Por esta razón –explicó- en el Presupuesto Federal de Egresos 2011, nuestra prioridad número uno es garantizar los recursos suficientes para el Plan Hídrico Integral. Estamos hablando de una inversión requerida de poco más de tres mil millones de pesos para el 2011, recursos que deberán estar etiquetados, en obras específicas validadas por el gobierno del estado, donde queden plasmados responsables y tiempos de ejecución”.

Igual de importantes –precisó- son los 163 proyectos que integran la cartera de Tabasco y que representan poco más de 14 mil 500 millones de pesos, que serán destinados: a seguir afianzando nuestra gobernabilidad; fortalecer la lucha contra la delincuencia; reforzar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático; continuar apoyando a nuestros productores para mejorar las condiciones del campo.

También: atraer más inversiones y turismo para seguir generando empleos; mejorar la calidad educativa; fomentar la cultura y el deporte; consolidar un sistema de transporte moderno; mejores servicios de agua potable y saneamiento.

De igual modo: más viviendas; mejorar la cobertura de salud; justicia, equidad y mejores oportunidades a nuestros pueblos indígenas, las mujeres, los jóvenes y a los que menos tienen.

A media mañana, Humberto Mayans Canabal estuvo en la sede del Poder Legislativo. En sesión solemne, entregó al presidente del Congreso, Jesús González, los documentos que contienen y detallan las acciones de gobierno correspondientes al presente año.

El diputado por Jalapa, militante del PRD, adelantó que dicha información será entregada a todos y cada uno de sus homólogos para que la revisen a profundidad. Les recomendó hacer tal cosa de manera objetiva, sin cerrar los ojos a la realidad.

Y de ese modo, no sólo se cumplió el ritual republicano estipulado y consagrado por la Constitución Política del Estado. Los dos eventos dieron cuenta del clima de gobernabilidad prevaleciente, así como de la capacidad de convocatoria política de Granier; pero, sobre todo, de una al menos aparente decisión del régimen federal de escuchar a los tabasqueños y sus demandas.

Granier dejó muy en claro la postura del Estado de Tabasco con respecto a los pendientes que tienen con nosotros tanto Pemex, como CFE y Conagua.

“Nosotros –señaló el Químico- vivimos una situación especial. Debemos tener muy claro es que la de hoy no es la hora de lamentos, tampoco es la hora de la desesperanza ni del encono, mucho menos de la frustración.

“Es –añadió- la hora de la lucha con unidad y buena fe por un Tabasco próspero y desarrollado. Es hora de reconocer que como seres humanos que somos, a los gobernantes a veces también nos gana la pasión; pero la realidad es terca y nos ayuda a tomar las decisiones correctas. Reconocer eso es humildad y la humildad, es diferente a la debilidad”.

Al término del evento en el Teatro Esperanza Iris, se sirvió una comida en la Quinta Grijalva. Granier ofreció el convivio a los invitados especiales foráneos y a diversos exponentes de la sociedad tabasqueña.

Sólo en el recuerdo fugaz están las ceremonias fastuosas y los banquetes espectaculares con motivo de los informes gubernamentales. Los tres acontecimientos tuvieron el signo de la austeridad, de la moderación.

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