lunes, 8 de noviembre de 2010

Doble Filo: Homero T. Calderón / Columna / Nov 08

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Se necesitan muchos huevos

Hoy, contrariamente a otros lunes, las gallinas están poniendo. No es un huevo como para decir, ¡que bruto!, pero es un huevo al fin. Para mover --y conmover-- a Tabasco, se necesitan muchos huevos. Esos se los dejó a usted lector. Usted sabrá si rescata a Tabasco o lo deja en las manos en que está. Para empezar semana, hoy quisiera referirme a un hecho que en el Tabasco HOY nos pega: El recuerdo de don Luis C. Márquez y doña Mery Zetina de Cantón, progenitores de una familia que hace época y sigue siendo piedra de toque en la comunicación en el sureste de México: Los Cantón Zetina. Ayer 7 de noviembre se cumplieron 18 años de fallecido del primero, y uno de doña Mery. Parece que fue ayer cuando partieron para nunca más volver. En ceremonias alternas, fueron recordados frente a la rotonda y busto de don Luis frente a las instalaciones del diario Tabasco HOY y --posteriormente-- en una misa a las seis de la tarde en Catedral. ¿Qué nos queda de ambos? Muchas vibraciones y acciones positivas. Uno comprende que después de su paso --de don Luis y doña Mery-- por el mundo, las cosas ya no son igual. Algo nos falta, algo intangible permea en nuestra atmósfera. Sólo quiero aquí recalcar que si seguimos haciéndoles homenajes, es porque nos dejaron una herencia de amor y esperanza. Bendito sea Dios… OTRA nota que me llega muy hondamente, es la decisión del Comité que organiza el Premio Juchimán de Plata, que ha decidido que dos periodistas recibamos La Placa de Plata del Bicentenario. Me refiero al licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, Víctor M. Sámano Labastida y este su servidor, Homero T. Calderón. Obviamente, por lo que a mi respecta, como ya lo he dicho en otras ocasiones, me declaro culpable de prematuros crímenes. Si ya decidieron los del Comité del Juchimán premiarme con un reconocimiento, allá ellos. Se que perderán prestigio, pero no es mi culpa. Por lo que respecta al reconocimiento que le hacen a Víctor Manuel, es otro rollo. Ojalá hubiera en Tabasco periodistas limpios, honestos y talentosos como él, a quien considero mi amigo. Nadie podría restarle méritos a un hombre probadamente periodista y dueño de revolucionarias ideas de avanzada. Una vez le hice una entrevista que me fue publicada, donde su pensamiento, palabra y obra nos dijeron la verdad del hombre cósmico, ese al que Enríquez Ureña destacó por su sabiduría. Sámano Labastida es un auténtico hombre de conocimiento y bien merecido tiene que le otorguen la citada Placa de Plata… POSDATA: Una mujer, parte licántropo, parte demonio y parte demente asuela las comunidades de Centla. Se llama Laura Morales Acuña. Ahora agita a la ciudadanía de Francisco I. Madero. Se necesita estar loco para patrocinar a tales engendros de satanás. ¿Por qué no la sacan de esa comunidad para que deje de causar calamidades sociales que pueden ser letales para todos en Centla?..

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