jueves, 21 de octubre de 2010

Opinión: Francisco Peralta Burelo / Oct 21

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Octubre no nos ha tratado mal

Hasta ahora --habrá que decir que gracias a Dios y a las oraciones de los tabasqueños-- los pronósticos de lluvias intensas e inundaciones desastrosas en el mes de octubre han sido más erráticos que certeros.

Primero, no ha llovido lo que auguraban Conagua y los servicios meteorológicos; segundo, no han azotado con mayor intensidad los ciclones y huracanes a Tabasco; y, tercero, por más que han desfogado las presas no nos han inundado como fuera de temerse.

Los niveles de los ríos en vez de subir han tendido a bajar; las lluvias que han caído han sido escasas; los huracanes, ciclones y frentes fríos o han pasado por encima de nosotros o nos han tratado con benignidad.

Octubre, con temperaturas moderadas, que ni nos hacen sudar ni padecer frío, luce un sol esplendoroso día a día. Su luna ya famosa, sigue siendo bella. Este mes no ha sido, ni por asomo, aquél que tanto se nos dijera sería.

A decir verdad, octubre, a pesar de que ya lleva veinte días de estar transcurriendo, no ha sido un mal mes para los tabasqueños, y menos nos ha ido peor (que en septiembre).

Octubre, al que tanto temimos ante los anuncios de lo que podría venir con su llegada, nos ha tratado más bien de lo que pudiéramos haber esperado. Y qué bueno que así haya sido. Ahora solamente nos quedan pendientes algunos días de este mes y completo el mes de noviembre.

En octubre la libramos los tabasqueños: no nos fue peor ahora falta ver cómo nos irá en noviembre, aunque con la gracia de Dios y con las oraciones de todos quizá hasta pudiéramos librarla también. Es cuestión sólo de fe, y de que no nos llueva más de la cuenta, de que no nos azoten ni huracanes, ni ciclones, ni frentes fríos, y de que esos de la Conagua y de la CFE nos traten con un mínimo de consideración y de respeto.

Tal vez en estos momentos ya la hayamos librado, y no nos pase más de lo que nos pasó en septiembre. Octubre podría ser un buen augurio de que el riesgo de una grave la inundación --como la que se cernía sobre nosotros, según se decía-- se hubiera conjurado, y que en adelante vinieran días de sol, de poca lluvia y de menor descarga de agua de las presas.

Ojalá y así sea y que noviembre nos resulte tan benévolo como octubre. Habrá que estar alertas, ciertamente, porque todo podría pasar --aunque quiera Dios que nos vaya bien--, pero habrá que mantener la esperanza de que lo peor ya pasó (o de que lo peor no sucederá ni en lo que resta de este mes ni en todo el mes entrante).

Con este octubre lleno de sol, sin grandes aguaceros ni enormes caídas de agua (de las presas y de la sierra chiapaneca), lo menos que podremos pensar es que ya la libramos, que nada peor vendrá, y que aunque parte del estado aún continúa inundado de ninguna manera se inundará más.

Sin embargo no habrá que dejar de estar encomendados a Dios y de seguir rezando…

fcoperalta42@hotmail.com

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