lunes, 4 de octubre de 2010

Ojo Visor: Jacinto López Cruz / Columna / Oct 04

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)

Una vez hecho a un lado los estudios del Plan Hídrico Integral que había realizado la facultad de ingeniera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que en el terreno de los hechos quedaron rebasados o fueron hechos pedazos porque se quedaron cortos ante la magnitud de los fenómenos hidrometeorológicos que han azotado la entidad y los Altos de Chiapas, ahora todos los esfuerzos tanto del gobierno estatal como de la misma Comisión Nacional del Agua están enfocados a salvar a Villahermosa de una catástrofe mayor, aunque la tarea no es fácil.

Jaclop62@hotmail.com

LOS DAMNIFICADOS

De acuerdo a la información oficial, la presa La Angostura registra un embalse del 115 por ciento, mientras que las presas de Chicoasen, Malpaso y Peñitas están al cien por ciento de su capacidad, lo que está obligando a desfogar a una mayor intensidad, de allí que en este momento se esté turbinando en Peñitas 2 mil 400 metros cúbicos por segundo y por consiguiente ante éste problema el gobierno estatal se ha visto en la imperiosa necesidad de solicitar a los habitantes de las comunidades que se localizan en la margen izquierda del río Carrizal como son las rancherías los Anacleto Canabal (primera, segunda y tercera sección), los González, Lázaro Cárdenas y Plátano y Cacao, que desalojen sus viviendas y se trasladen a los albergues por ser zona de alto riesgo, pero el llamado ha encontrado poco eco debido a que sólo por su propio medio y coordinado por las autoridades han sido desalojados un promedio de cinco mil habitantes de los 15 mil que se tiene contemplado, de tal suerte que cerca de diez mil personas que se niegan a salir de sus casas se encuentran en alto riesgo, por lo que deben de entender que no deben arriesgar su vida por salvaguardar su patrimonio familiar, porque antes que nada lo que se pretende o se quiere, es que nadie pierda la vida ante el desbordamiento del río Carrizal.

Conforme transcurre el tiempo y pese a que en estos tres últimos días no ha llovido en la entidad, se incrementó la turbinación de la presa de Peñitas a 2 mil 400 metros cúbicos por segundo para intentar sacar el mayor volumen de agua, ya que de acuerdo a la propia versión oficial en las cuatro presas del Alto Grijalva ha entrado a sus embalses hasta 8 mil metros cúbicos por segundo y la extracción ha sido menos, de allí la imperiosa necesidad de elevar la turbinación para intentar bajar los embalses, aunque esto no es nada fácil tomando en consideración que precisamente en el Alto Grijalva no ha parado de llover y bajo esas condiciones adversas poco es lo que se puede hacer para desalojar la mayor cantidad de agua.
Desgraciadamente para Tabasco, la turbinación de las presas forzosamente tiene que llegar a la planicie tabasqueña lo que indudablemente está incrementando el nivel del rio Carrizal y Samaria, que ya está repercutiendo entre la población, pues más comunidades se están yendo al agua, y lo más lamentable es que se anuncia la llegada de un nuevo fenómeno hidrometeorológico, que aquí en Tabasco y sus alrededores se conocen como el cordonazo de San Francisco.

Por eso la exigencia de las autoridades estatales a los habitantes de las los Anacleto Canabal, los González, los Lázaro Cárdenas, y los Plátano y Cacao, que se ubican en la margen izquierda del rio Carrizal, para que abandonen sus hogares y se pongan a buen resguardo porque se seguirán inundando con motivo de la turbinación de Peñitas.

De acuerdo a los conocedores de la materia, la delegación de la Comisión Nacional del Agua, que ha hecho a un lado el estudio que realizó la facultad de ingeniera de la UNAM, porque en la práctica fue rebasado, pues se quedó corto en sus estudios matemáticos sobre las apreciaciones de las intensas lluvias que caerían en Chiapas y el estado de Tabasco y que ahora está siendo asesorado por expertos en la materia, que han trabajado físicamente en cuestiones de inundaciones y fenómenos hidrometeorológicos, tienen como principal objetivo, junto con el gobierno estatal, salvaguardar a la capital del estado de esta terrible inundación, de allí que ya se tiene calculado que antes de que se eleve la turbinación que podría llegar a 3 mil metros cúbicos por segundo, porque se está complicando la situación porque no deja de llover en el Alto Grijalva, esta semana se podría abrir un nuevo dren conocido como Victoria, arribita del puente Carrizal, para que las aguas del río, corran hacia la laguna que se encuentra atrás del complejo Pomoca, y de allí busque su cauce para llegar al Julivá y Santa Anita, y su posterior salida hacia el mar, lo que podría ocasionar que toda la zona de Bosques de Saloya se vaya al agua, porque tendrían que quitar parte de la costalería de la margen izquierda para realizar el dren y reencauzarlo, porque de otra forma es poco práctico que las murallas colocadas sobre el margen derecho del Carrizal para salvaguardar la zona de Tabasco 2000 resistan la embestida de las aguas, y en eso ya trabajan los técnicos para que el daño sea mucho menor.

La coordinación que ahora realiza el delegado de la Conagua, Jorge Octavio Mijangos, con el gobierno del estado, está dando hasta ahora buenos resultados, pues se ha logrado mantener a la capital del estado a buen resguardo y se colocan costaleras en zonas críticas para evitar mayores filtraciones de agua, lo que desde luego hubiera sido imposible de haber persistido la rispidez entre ambas instancias de gobierno, lo que indudablemente está demostrando a la misma población que cuando hay coordinación, puede haber buen entendimiento para realizar las obras emergentes que se requieren en éste momento, porque lo que ha quedado en claro, es que se tiene que salvar el corazón de la economía tabasqueña, aunque con ello se afecte otras zonas del estado.

No es descabellado que se tenga que incrementar la turbinación de la presa de Peñitas a 3 mil metros cúbicos por segundo, es una terrible realidad, ya está estudiado y calculado, debido a que en la medida que avanza el tiempo, los embalses de la presa han bajado muy poco y ya casi se tiene encima el siguiente fenómeno hidrometeorógico, y como en la tardanza está el peligro, antes de que se desfogue a mayor intensidad tendrá que estar listo el dren Victoria, porque de lo contrario se inundaría media Villahermosa, tomando en consideración de los niveles de los ríos, principalmente el Carrizal se encuentra muy arriba de su nivel normal y que si no fuera por la costalería que se colocó en la zona, a estas alturas toda la zona de Tabasco 2000 ya estaría inundada.

Por lo pronto, el peligro de que se inunde la zona de Bosques de Saloya y sus alrededores es latente, si finalmente se turbina a 3 mil metros cúbicos por segundo, porque así está contemplado dentro del plan que se sigue, pero habría el tiempo suficiente para que los habitantes de ese lugar se pongan a buen resguarda, trasladándose a los albergues.

De igual forma el número de damnificados se incrementó a más de 195 mil personas en números redondos, porque los ríos siguen creciendo y desbordándose.

OJITOS

Para los que anotan. Quienes creían que el secretario de Gobierno, Humberto Mayans Canabal se iba a quedar detrás del escritorio, simplemente observando el terrible problema de las inundaciones, sin hacer nada, pues ya se equivocaron, porque desde semanas atrás, sin hacer ruido, sin reflectores de por medio, se dedicó a caminar las zonas devastadas, conociendo de vida voz de los afectados cuáles eran sus necesidades más apremiantes para resolverlos de inmediato, siempre dentro de la inmediatez de las posibilidades.

Desde luego que su salida al campo de los hechos, obedece al trabajo institucional que todos los funcionarios públicos vienen realizando por instrucciones del gobernador, Andrés Rafael Granier
Melo, quien le asignó a cada funcionario las tareas que tienen que desempeñar, independientemente del cargo público que detentan.

Ayer el gobernador Andrés Granier, acompañado por el secretario de Gobierno, Humberto Mayans, recorrieron la villa de Tapijulapa, para constatar los graves daños que la onda tropical “Matthew” y el frente frío número tres causaron a la infraestructura del recién denominado Pueblo Mágico.

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