lunes, 11 de octubre de 2010

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Oct 11

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

No pudo Obrador frenar la alianza

El viernes, Jesús Ortega advirtió que, con miras a la elección presidencial del 2012, el PRD deberá mantener una estrategia tendiente a debilitar a Enrique Peña, "candidato de la oligarquía".

El sábado, tal como hizo el panismo mexiquense en días previos, el Consejo Estatal perredista autorizó la alianza con el PAN, para la elección de gobernador, en una votación ganada por amplio margen por los no andresmanuelistas: 193 votos a favor y 88 en contra.

Ortega había dicho que las elecciones en el Edomex serán determinantes para el resultado electoral del 2012 y, por ello, hay que derrotar a quien sea candidato del gobernador Peña Nieto para sucederlo en el cargo.

Diversos analistas coinciden en que consecuencia congruente de una alianza PAN-PRD en la entidad que gobierna el "abanderado de la oligarquía", será que luego se haga lo mismo para impedir que el PRI recupere la Presidencia de la República.

Y de cara a los hechos, Andrés López Obrador, en gira dominical por Netzahualcóyotl, Chalco e Ixtapaluca, lanzó un desesperado ultimátum a la cúpula nacional perredista: pedirá licencia para separarse de su militancia en el PRD, si se consolida "de manera definitiva" la coalición PRD-PAN para las elecciones del Edomex.

Adelantó que, de entrada, apoyará "al candidato o candidata" que resulte de la alianza "que se haga abajo" entre PRD, PT, Convergencia y organizaciones sociales. Sugirió que sean los aliancistas con el PAN quienes renuncien a su pertenencia al PRD.

"Vamos a postular un candidato para ganarle a Peña y a su padrino Carlos Salinas; y le vamos a ganar al PAN y a los dirigentes paleros del PRD. Vamos a demostrar que el pueblo es el que gana", puntualizó Obrador en una nueva andanada de descalificaciones en contra del comité nacional que preside Ortega y de los directivos estatales del instituto.

Luis Sánchez, líder estatal del PRD, explicó que el resolutivo del sábado tendrá que enviarse a la Comisión Política Nacional "para que lo valide y nos lo regrese". Aparentemente, Obrador todavía cree tener suficiente influencia al seno de los órganos de dirección partidista, como para poder echar abajo la decisión aliancista.

Pero el trasfondo de todo ello está en lo que podría venir después de la elección de gobernador en el estado más grande del país, prevista para el próximo año.

Hace algunas semanas, el coordinador perredista en el Senado, Carlos Navarrete, aseguró que con el propósito de "vacunarse" ante una probable derrota electoral, Enrique Peña pretendía cambiar la fecha de elección en su entidad al 2012 y empatarla con las presidenciales.

La versión resultó falsa, porque de ser cierta, obligadamente debió concretizarse a más tardar el último día de agosto. En realidad, diversos estudios de opinión han venido confirmando que el PRI de Peña mantiene un fuerte control en el Edomex, y que en el contexto nacional es el prospecto mejor posicionado, seguido muy de lejos por Andrés Manuel.

(Sólo si sucediera algo extraordinario, algo que afectara la salud de Peña, cobraría posibilidades Manlio Fabio Beltrones, seguido por Fidel Herrera, éste último mencionado como probable sucesor de Beatriz Paredes en la presidencia nacional del tricolor).

Así se tiene que la alianza PRD-PAN es cuestión de sobrevivencia para ambos partidos e interesa, de sobremanera, a Felipe Calderón. La gran interrogante que se mantendrá durante los siguientes doce o trece meses, por lo menos, radica en si la centro-izquierda (izquierda no es) y la derecha llevarán su pragmatismo actual al punto de postular a un candidato único para hacerle frente a Peña.

¿Estarían dispuestos los panistas a apoyar a un perredista moderado como Marcelo Ebrard? Se aprecia mucho muy complicado. En dado caso, la mayor fortaleza la tiene el PAN. ¿Accederían entonces los ahora pragmáticos perredistas (los que no se dejan amedrentar por Obrador) a adherirse a una candidatura panista, con base en una propuesta programática?

Para AMLO, la ya inminente alianza PRD-PAN en el Estado de México representa una clara señal de que al grupo que ejerce el control al seno de su actual partido no le interesa que sea su abanderado presidencial. Más bien, por lo que se observa, prefieren a Ebrard, quien la semana pasada se pronunció por las alianzas.

Para el perredismo tabasqueño, en particular para los aspirantes a la gubernatura, Arturo Núñez y los hermanos Rosalinda y Adán López, esta serie de hechos indican que cobra posibilidades una alianza PRD-PAN para la sucesión estatal.

Sin embargo, no deberá perderse de vista el hecho de que en Tabasco aún conserva Obrador cierto predominio, entre las filas de un partido desorganizado, dividido, fracturado, pero confiado en poder capitalizar políticamente el saldo que arrojan cuatro años de desastres naturales y problemas financieros.

¿Aquí se tendría a un candidato por el PRD, apoyado por la dirigencia nacional perredista, y a otro del PT-Convergencia impulsado por Andrés Manuel como ahora sucederá en el Edomex?

De cualquier manera, desde la óptica de los priístas locales, se confirma que no es hora de cuentas alegres, sino de preocuparse por la realización de un trabajo político de fondo. Resulta peligrosa la simple búsqueda de reflectores personales por parte de Adrián Hernández.

De los apuntes

"Cuando el destino nos alcance", podría decirse, parafraseando el título en español de la película de inicios de los setentas, con relación al diagnóstico formulado por los científicos que presentaron el pasado jueves, aquí, el libro intitulado Vulnerabilidad de las Costas Mexicanas ante el Cambio Climático.

juan_ochoa45@hotmail.com

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