viernes, 8 de octubre de 2010

Edén Político: Pedro Lara Hernández / Columna / Oct 08

CALDERÓN Y LA CORRUPCIÓN EN LA CFE

Mientras el flamante funcionario de Calderón en la CFE, Néstor Félix Morales Díaz, navega por las transparentes aguas del Caribe en su lujoso yate de cerca de 2 millones de dólares que le obsequio un proveedor agradecido, -ejemplo de cómo maneja Alfredo Elías Ayub la CFE-, miles de familias tabasqueñas no tienen posibilidades de obtener un modesto cayuco para salir de sus casas a buscar alimento y cobijo, en las amplias zonas inundadas del estado de Tabasco.

Los habitantes que aquí vivimos, estamos prácticamente secuestrados en nuestras casas, por los enormes volúmenes de agua que nos avientan las presas de la CFE, desbordando los principales ríos de Tabasco, por ello, no podemos dejar de comentar los tremendos cuestionamientos de corrupción que se le hacen a un alto directivo de la CFE, cuyas funciones nos afectan directamente, por haber ocupado durante muchos años la importante Dirección de Operación de la CFE, el señor Néstor Félix Moreno Díaz.

Para que usted estimado lector tenga una idea de lo que ha sido la Comisión Federal de Electricidad, en los últimos 12 años, -desde enero de 1999, fecha en que nombró Ernesto Zedillo, al señor Alfredo Elías, como su director general. Recordemos que este alto e influyente funcionario también lo fue de Vicente Fox y Felipe Calderón. Seguramente una buena gracia y un buen padrino tiene ¿no lo cree usted así?-, y, para saber de qué estamos hablando, permítame recordarle que la CFE es una empresa del gobierno mexicano que genera, transmite, distribuye y comercializa energía eléctrica a más de 100 millones de habitantes. La infraestructura para generar la energía eléctrica está compuesta por 178 centrales generadoras, con una capacidad instalada de 51,571 megawatts (MW).

Es importante señalar que el 23.09 por ciento de la capacidad instalada corresponde a 22 centrales construidas con capital privado por los productores independientes de energía (PIE). Sin que olvidemos, aunque otros lo hagan, que nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ordena en su artículo 27, lo siguiente: “Corresponde exclusivamente a la nación, generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechara los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines.”

La CFE produce la energía eléctrica utilizando diferentes tecnologías y diversas fuentes de energético primario. Tiene centrales termoeléctricas, hidroeléctricas, carboeléctricas, geotermoeléctricas, eoloeléctricas y una nucleoeléctrica. Para conducir la electricidad desde las centrales de generación hasta el domicilio de cada uno de sus clientes, la CFE tiene cerca de 744 mil kilómetros de líneas de transmisión y de distribución. El suministro de energía eléctrica llega a cerca de 137 mil localidades (133,390 rurales y 3,356 urbanas) y el 96.85% de la población utiliza la electricidad.

Y para que usted estimado lector este enterado de cómo ubica la energía eléctrica la CFE en el país, mientras el privilegiado sector industrial con cuotas especiales, consume casi el 75 por ciento de la producción energética, el consumo doméstico, solo representa el 25 por ciento del total de ventas al público, aunque es el más costoso.

Por lo que representa la CFE para Tabasco, sobretodo en estos momentos, destaco el alto nivel de corrupción instalado en esa estratégica empresa mexicana. El delicado asunto del señor Néstor Félix Morales Díaz, es solo un pequeño botón de muestra no solo de la más fina corrupción sino de la más descarada impunidad.

Tenemos que el pasado sábado 14 de agosto, los periodistas Dane Schiller y Terri Langford insertaron una nota en el diario Houston Chronicle, en donde señalan que Néstor Morales Díaz, director de operación de la CFE, recibió un yate, un Ferrari y quizás millones de dólares en cash a cambio de otorgar cuantiosos contratos a una compañía de Houston, así como a la compañía AZUSA de California, de acuerdo a una investigación de agentes federales de los Estados Unidos. Esta información publi cada en el diario estadounidense, permitió conocer que este alto funcionario tiene una larga lista de acusaciones en el sector público en donde incluso la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo ordenó su cese como Coordinador de Transmisión y Transformación de la CFE y lo inhabilitó por 10 años, como consta en el folio de notificación numero 970000003, disposición de fecha 19 de marzo de 1998. Curiosamente, solo fue separado del cargo durante un mes. No solo lo admitieron, sino que lo ascendieron a Director de Operación. Carlos Salinas y Vicente Fox le entregaron sendos premios presidenciales.

En un boletín la CFE se pone el parche, pero ya le había salido el grano. Recordó que el 24 de noviembre de 2009, a través del Abogado General, informó a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Secretaría de la Función Pública (SFP) sobre hechos asentados en un boletín de prensa del Departamento de Justicia de Estados Unidos en donde se hacía referencia a supuestos actos ilegales de servidores públicos sin identificar en la asignación de un contrato para soporte tecnológico para los sistemas de control y despacho en 1997. El funcionario de la CFE renunció a su cargo el pasado día 21 de agosto. Si las autoridades nacionales competentes quisieran investigar a este personaje, tendrían mucha tela de donde cortar, porque es evidente, que alrededor de él, existe una maraña de intereses que es precisamente, lo que le ha permitido ocupar importante cargos, desde hace más de doce años.

Destaco que una de las principales funciones que realizaba el alto funcionario cuestionado era determinar las políticas, planes y programas en materia de generación, transmisión, transformación, control, distribución y comercialización de la energía eléctrica, así como de las actividades conexas para aprovechamiento integral de la infraestructura de fibra óptica interestatal y nacional de la Comisión y realizar los actos que sean necesarios para tal efecto y la de los aspectos técnicos de calidad, diseño y operación de sistemas informáticos.

Es importantísimo señalar que el presunto corrupto, Néstor Morales Díaz, desde la Dirección de Operación de la CFE asignó de manera directa, de octubre de 2009 a marzo pasado, al menos 505 contratos con empresas privadas, por más de mil millones de pesos, para suplir la prestación del servicio de energía eléctrica que otorgaba Luz y Fuerza del Centro. En la subdirección de generación, dependiente de la dirección de operación de la CFE, de octubre de 2009 al 8 de febrero de 2010 (fecha de ingreso de la solicitud de información), se celebraron ocho contratos por 5 millones 100 mil pesos. En la subdirección de distribución, dependiente de la Dirección arriba mencionada, de octubre a diciembre de 2009, se avalaron 251 contratos por 341 millones 519 mil 280 pesos. Y de enero a marzo pasado se suscribieron 217, cuyo importe ascendió a 562 millones 333 mil 16 pesos. Asimismo, en la subdirección de transmisión de la misma dirección de la CFE, de octubre a diciembre de 2009, se suscribieron 26 contratos con diversas empresas, y otros tres se concretaron este año por un importe de 86 millones 491 mil 929 pesos y 214 mil 833 euros.

Imagínese estimado lector, como nos sentimos las miles de familias inundadas en Tabasco y en el país, ante el mal manejo de la operatividad de la Comisión Federal de Electricidad, empresa considerada por Calderón como de clase mundial. ¡Hágame usted el favor!

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