Democracia Virtual: Eugenio Hernández Sasso / Columna / Oct 03

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

Excelente platillo

Alguna vez Adolfo López Mateos dijo que "la política debe hacerse con muchos sesos, pero si a los sesos les ponemos huevos, son más sabrosos", sólo que el pasado miércoles en Tabasco los huevos se los estamparon al senador Ricardo Monreal Ávila en la parte derecha del saco, cuando ingresaba a la Quinta Grijalva para entregar al gobierno estatal una propuesta de demanda en contra de las comisiones Federal de Electricidad (CFE) y Nacional del Agua (Conagua), en la cual acusa a ambas instituciones de "negligencia criminal" por inundar, durante cuatro años consecutivos, a los habitantes de esta planicie.

Me voy a permitir algunos comentarios con respecto al señalamiento directo que el legislador por Zacatecas hizo en contra del gobierno del estado, a causa de la hueviza que le acomodaron al momento mismo de ingresar a la casa oficial de gobierno.

"Yo soy senador de lista nacional, no soy senador de un estado, represento a la Nación, y aún con las agresiones groseras y enviadas, manipuladas desde el gobierno, yo no voy a caer en provocaciones. Es una agresión bárbara, de tipo cavernícola", espetó el legislador en conferencia de prensa.

Fíjese bien en lo que dijo el también exgobernador de Zacatecas. Si él da por hecho algo que supone, entonces el gobierno de Tabasco, que amablemente lo recibió para escuchar sus planteamientos, podría revirarle que todo fue una bien planeada estrategia de los perredistas (quienes se especializan precisamente en lanzar huevos a sus autoridades cuando no están de acuerdo en alguna decisión que les sea desfavorable), para posteriormente convertirse en protagonistas de un certero golpe mediático a la administración de Andrés Granier.

"No voy a caer en provocaciones", dijo. ¿Esa frase le recuerda a alguien en especial que tiraba la piedra y escondía la mano, hasta que se fue de la entidad para promoverse en el plano nacional y hoy se autodenomina presidente legítimo? ¿Recuerda usted cuando Andrés Manuel López provocaba a los gobiernos representados por Salvador Neme, Manuel Gurría, Roberto Madrazo y luego se declaraba víctima?

"Es una agresión bárbara y de tipo cavernícola". Perdón, senador, pero con esa expresión cualquier tabasqueño le vuelve a recetar una docena de huevos cuando lo vea por este territorio. Vamos a suponer que quienes lo agredieron no fueron manipulados ni por uno ni por otro bando, y aunque así fuera ¿se merecen todos los habitantes de la entidad ese calificativo? Yo considero que no, pero allá usted.

Ahora veamos qué mueve a Ricardo Monreal para defender a los tabasqueños y no a sus correligionarios zacatecanos, que bastantes problemas heredaron de su administración y la de Amalia García, tales como deterioro ambiental, falta de empleo, violencia y deserción escolar, entre otras cosas.

Mire usted, amado lector, en una nota del diario La Jornada, el reportero Alfredo Valadez Rodríguez escribió, el 7 de febrero de 2010, una recapitulación de lo que pasó con Monreal durante su mandato, quien desertó del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1998, porque no lo nombraron candidato a gobernador.

Durante su gobierno, señaló el periodista, se le acusó de asignar obras públicas a constructoras mediante procedimientos cuestionados, y se conocía el grupo de los cien compadres, a quienes Monreal habría pagado facturas políticas. Imagínese, y ahora exige castigo a otros por los mismos motivos. Eso no es justicia.

Entre otras acciones que se le critican, marginó a la oposición y se le imputó cooptar a periodistas y medios de comunicación, así como de amedrentar a quienes no trabajaban con él. Colocó a familiares en puestos gubernamentales, particularmente a hermanos y primos.

Durante su mandato, Ricardo Monreal desarticuló organizaciones sociales mediante cooptación de sus dirigentes, por medio asignación de cargos públicos, como es el caso de El Barzón, el Movimiento Democrático Magisterial de Zacatecas y la Asamblea de Deudores de la Banca.

Asimismo, Amalia García Medina hizo lo propio e incluyó por lo menos 20 miembros de su familia en la administración pública y denunció un desfalco de su antecesor por más de 740 millones de pesos. Monreal lo desmintió en medios de comunicación y atacó el nepotismo de la gobernadora. Pero la misma práctica que él estableció se desvaneció en su mente.

Así sucesivamente se pueden mencionar otras acciones no muy transparentes practicadas por el actual senador perredista, pero no se trata de ello sino de descubrir cuál es el verdadero propósito que lo movió a venir a Tabasco con una propuesta revelada ex profeso por Andrés Manuel López Obrador.

¿No le parece que esto representa una estrategia de campaña para impactar en el electorado y posicionar la candidatura de AMLO a la Presidencia de la República en la entidad para 2012?

¿Qué otra cosa persigue? Lógicamente entrampar al gobierno actual, pues si éste acepta su proposición entonces dirá a la opinión pública que Andrés Granier no tuvo capacidad para demandar a CFE y Conagua y él tuvo que salir al quite.

En su defecto, si el Ejecutivo estatal se niega a respaldar su denuncia, Monreal tendrá argumentos para menoscabar la gestión de Granier Melo y culparlo de complicidad con la Federación, para mantener a Tabasco entre el agua sin que se le pague a la gente los daños que impactan terriblemente su economía.

Sassón

Ya que estamos entre senadores, aprovecho para comentarle que Francisco Herrera compareció ante la Mesa de la Revolución y consideró que quien aspire a gobernar Tabasco, a partir de 2012, debe conocer muy bien las necesidades del estado, proponer acciones que diversifiquen la economía y sustituyan la sociedad de consumo que actualmente existe, para avanzar verdaderamente en un desarrollo con visión de futuro. Es decir, ya no se puede sustentar el progreso en los antiguos pilares de Pemex y gobierno, sino impulsar programas que representen nichos de nuevas oportunidades, basados, por ejemplo, en el aprovechamiento del agua que actualmente se ha convertido en tragedia para la entidad.