domingo, 17 de octubre de 2010

Balancán: En el olvido oficial / Oct 17

Olvida a Balancán


Habitantes a punto de quedar incomunicados por los constantes derrumbes provocados por las
corrientes del río Usumacinta

Publicado en el Diario Rumbo Nuevo
Balancán
Francisco Díaz Ballina
Corresponsal

A punto de quedar incomunicado se encuentra este municipio debido a los constantes derrumbes que se registran en la carretera Balancán-Tulipan ante la erosión que genera la corriente del río Usumacinta que reblandece la arena llevándose el asfalto de la vía de comunicación.

A pesar de que el nivel del río ha bajando, aun sigue ocasionando daños costosos pues la corriente sigue deslavando la arena originando que esta se caiga en grandes partes y con esto el Usumacinta se ha tragado casi meda cinta asfáltica dejando un reducido lugar para el paso de los automóviles.

La Policía Estatal de Caminos vigila la vialidad y por las noches colocan señalamientos para evitar que alguna persona caiga al agua al no percatarse de los deslaves que se están originando, “cuando estamos guiando el trafico los grandes pedazos de barranco se caen originando un ruido estremecedor”, aseguran los agentes de la PEC.

El realizar la carretera más lejos del río en un tiempo se pensó que esto era la solución al problema pero en la actualidad y después de constantes crecientes del afluente el Mono Sagrado ha devorado esta arteria de comunicación en casi la mitad y lo que queda de ella se observa con fracturas en diversas partes que sin duda alguna caerán al agua.

Unidades pesadas y compactas son conducidas diariamente por esta carretera ya que la gente tiene que dirigirse a la capital tabasqueña y otros municipios debido a sus trabajos por lo que el peso de los automotores contribuye a que el problema se acrecenté y los derrumbes sean más rápidos.

Personal de la Junta Estatal de Caminos solo puede observar y colocar piedras con pintura reflejante a manera de señalamiento y pensar hasta donde y porque ranchos tendrán que atravesar la nueva carretera para dejarla lo más lejos de la orilla del Usumacinta que al subir su nivel provoca este tipo de daños.

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