lunes, 24 de mayo de 2010

Opinión: Francisco Peralta Burelo / May 24

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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Necesario, hacer política y más política

El gobierno de Tabasco consideró necesario implementar determinadas medidas para hacer frente a la situación financiera-administrativa por la que actualmente atraviesa, y las implementó.

Estimó que era menester despedir cierto número de burócratas, reducir el monto de salarios y compensaciones a mandos medios, aplicar programas de austeridad del gasto público, expedir una ley de deuda pública (para que lo mismo el gobierno estatal que los gobiernos municipales pudieran aumentar su capacidad de endeudamiento), incrementar algunos impuestos, etcétera, y lo hizo hace apenas unos cuantos días.

Para el gobierno de Tabasco era impostergable poner en práctica un programa de "redimensionamiento" administrativo y no postergo su aplicación mayor tiempo: actúo con prontitud. En materia fiscal y financiera también replanteó y reprogramó su plan de acción.

De semejante importancia estimó reordenar y reorganizar --y retarifar-- el antes servicio colectivo de taxis, y ha actuado durante los últimos días, sin duda alguna por considerar que era necesario hacerlo ya y que no podía dejarse transcurrir mayor tiempo. No obstante el gobierno de Tabasco ha dejado de lado –vamos a decir que momentáneamente y no para siempre-otra cuestión que es de igual importancia para la vida estatal: el rediseño de su programa político.

Esa es una asignatura pendiente, y de urgente atención en estos momentos, ya que la acción política del gobierno estatal tiene que replanificarse de manera integral y aplicarse en términos diferentes a los que se ha venido haciendo, ciertamente cada vez con menor éxito, porque en ese terreno muchas son las cosas que tienen que repensarse, replantearse y rediseñarse.

Es cierto que el gobierno estatal dispone de mayoría absoluta en la Cámara de Diputados (y que obtiene la mayoría calificada hasta sin ninguna dificultad) y que controla a una gran parte de los ayuntamientos constitucionales, o que, en otras palabras, ejerce control sobre acciones y organizaciones y sobre muchos segmentos sociales y que la oposición partidista ha sido prácticamente desarticulada desde el poder gubernamental. No obstante eso no le garantiza una completa gobernabilidad ni le concede toda la legitimidad que cualquier sistema democrático requiere.

Al gobierno de Tabasco le ha hecho falta mayor capacidad de negociación, más disposición para la construcción de acuerdos, más dialogo con los ciudadanos y en particular con las disidencias y oposiciones, tener puentes con los críticos y con los inconformes. En pocas palabras: hacer política, política y más política (como se decía antes).

No rediseñar la política gubernamental en nada ayudaría a mejorar la situación que se vive en el estado; es más, no hacer esto agravaría más las cosas y obraría en perjuicio de la imagen histórica de Andrés Granier.

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