Ojo Visor: Jacinto López Cruz / May 26

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(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)

¿Que se vaya?

jaclop62@hotmail.com

La historia política de nuestro estado, como de nuestro país, suele ser cíclica, lo que en 1989-1992 se vivió en el gobierno de Salvador Neme Castillo, quien finalmente cayó por la traición de los propios priístas radicados en la capital del país, más que por presión de los perredistas, aunque ambas fuerzas se confabularon, ahora como mala copia se pretende reeditar, pero sin éxito, porque quienes quieren que se vaya el gobernador Andrés Rafael Granier Melo, son los mismos de siempre, son los ultra-radicales izquierdosos que quieren erigirse en jueces cuando su pasado los condena.
Si bien es cierto que en 1992, los mismos priístas encumbrados, los que le hablaban al oído al presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, entre los que se encontraba el ahora Senador de la República por el PRD, Arturo Núñez Jiménez y el ex-candidato presidencial, Roberto Madrazo Pintado (adversarios radicales de Neme), que sumado a la fuerza opositora que representaba en ese momento Andrés Manuel López Obrador a la que se sumaron cientos de ciudadanos, lograron que dimitiera del gobierno estatal el ahora extinto Salvador José Neme Castillo, ahora las cosas son diametralmente opuestas, aunque pareciera que fueran los mismos escenarios, para empezar, no hay un gobierno federal priista con quien negociar, para proseguir, el gobernador Granier ante las medidas de austeridad que implementó para salir de la crisis económica, sigue contando con el consenso popular de muchos ciudadanos tabasqueños, sigue contando con el respaldo de los grupos políticos que militan en el PRI, tal como lo han declarado públicamente, Florizel Medina Pereznieto, la legisladora federal, Georgina Trujillo y el Senador de la República, Francisco Herrera León, por solo citar algunos actores representativos de esos grupos, además de que cuenta con el respaldo de la mayoría de los integrantes del Congreso local.

La caída de Salvador José Neme Castillo, del gobierno estatal en 1992, ese sí un hombre que supo ser leal hasta el final con sus amigos, aunque algunos de estos no fueron leal para con él, haciendo famosa aquella frase de que: “juntos llegamos, juntos nos vamos”, estuvo plagada de complicidades y traiciones; traiciones, desde adentro de su partido, de prominentes políticos priistas que en la cumbre del poder, cercano al poder presidencial, fraguaron su salida porque les estorbaba, contando con la complicidad de Andrés Manuel López Obrador (como olvidar las reuniones en la ciudad de Cárdenas en casa de doña Soraya, donde se fraguaron muchas cosas), que comandando a la oposición radical exigía su salida ante los problemas poselectorales que se presentaron en los ayuntamientos de Macuspana, Cárdenas y Nacajuca.

Como olvidar la salida de Fernando Valenzuela Pernas, como alcalde de Cárdenas, que después en un acto de incongruencia política se fue al PRD y ahora regresó al PRI como diputado plurinominal; la salida de Carlos Manuel Rovirosa de la alcaldía de Macuspana, que ha permanecido fiel a su partido el PRI o la de Eugenio Mier y Concha Campos de la alcaldía de Nacajuca, quien tampoco se cambió de partido y sigue en el tricolor, que fueron negociadas en el altiplano para intentar paliar el problema poselectoral, que aunado a la cumbre de presidentes que se realizaría en la capital del país, fueron factores que aderezados de odio y rencor contra Neme encontraron eco en Salinas, que decidió el relevo y Neme fue traicionado por el propio Congreso local.

Aunque pareciera que se reeditan los mismos escenarios del pasado, las cosas son diferentes, si bien es cierto que hay inconformidad de ex-empleados de gobierno que fueron despedidos de sus centros de trabajo, precisamente para adelgazar la nómina burocrática, y si bien es cierto había inconformidad ciudadana con el alza a las tarifas de taxi, que en acto de sensibilidad política del mismo gobernador se logró desactivar, la ciudadanía tabasqueña lejos de sumarse a la marcha que realizó el pasado lunes la dirigencia estatal del PRD, está pensando en cómo salir de la crisis económica que los agobia; están pensando en buscar trabajo para resolver sus necesidades más apremiantes, de tal manera que quienes exigen la renuncia del gobernador Andrés Granier, que no solamente está viviendo la crisis económica, sino que ha sido el único gobierno que ha sufrido los embates de la naturaleza con tres inundaciones a cuestas, es un ala radical del, es un grupúsculo que obsesionado con el poder creen que ha llegado el momento de exigir la renuncia del gobernador Granier, mientras éste sigue trabajando a favor de la población, sin inmutarse ante los insultos, los señalamientos soeces y toda clase de improperios que se vierten en su contra, en una de las redes sociales como es el facebook, donde de igual manera por el internet se ha dejado al descubierto que los orquestadores de la campaña contra el gobernador, son los jóvenes Luis Alfonso Calderón Arjona, Daniel Cabrales, Carlos Alberto Castellanos y Rogelio Serra Bautista, todo pertenecientes a la red nuñista, fáciles de embaucar, porque sin conocer la verdadera historias del senador Núñez, plagado de incongruencias, creen que realmente será el salvador de Tabasco, cuando en el pasado como recalcitrante priista defendió hasta con los dientes lo que ahora presuntamente le da nauseas, de allí que los impulsores de que Andrés Granier deje la gubernatura, engañados van a morir, porque no hay razón de peso para que el jefe del Ejecutivo del estado, haga a pie juntillas lo que ellos quieren.

A pesar de que la crisis económica ha golpeado no solamente a las instituciones públicas de Tabasco, sino al bolsillo del pueblo trabajador, a pesar a de que las inundaciones dejaron un terrible caos social y económico que el mismo gobernador fue sorteando poco a poco para estabilizar el estado, a pesar de que en su sexenio le ha tocado bailar con la más fea, no hay una verdadera razón de tipo político para que Andrés Granier deje la gubernatura, para que Granier complazca a sus adversarios, como tampoco hay razón para que se repita la historia de hace 18 años como sucedió con Salvador José Neme Castillo, porque una elección constitucional se gana con votos y con más votos, y Andrés Granier a pesar de sus malquerientes, a pesar de las medidas drásticas que tomó para enderezar el problema económico del estado, sigue contando con un alto porcentaje del respaldo ciudadano del estado, de tal manera que es solo un grupúsculo encabezado por Javier May, Rafael Elías Sánchez Cabrales y Arturo Núñez entre otros, los que promueven y hacen ruido para crear un clima artificial de inestabilidad en la entidad con miras a que la ciudadanía se manifieste en contra del Ejecutivo, pero como ya los conocen no han logrado el consenso popular para realizar sus manifestaciones, que como se vio el pasado lunes, apenas congrego a unas dos mil personas, cuando en el pasado eran marchas multitudinarias.

Y como los priístas saben que en este momento no pueden, ni deben dividirse, los diferentes grupos han cerrado filas en torno al gobernador Granier, porque saben que desde ahora está en juego la permanencia del PRI en la gubernatura y por lo tanto, quienes aspiran a ser candidatos entienden que un paso en falso, los conllevaría a unas brutal división y a la pérdida del poder, de allí que ese cierre de filas es sinónimo de que no están dispuestos a cederle la estafeta a esa oposición recalcitrante. De tal manera que hay Granier para rato, le pese a quien le pese.

OJITOS

Lo que se veía venir sucedió, el procurador Bazbaz no resistió el encono social y para intentar salvar de la quema al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, renunció a su cargo. ¿Que fue un accidente la muerte de Paulette?, que se los crea su abuela, porque nadie en su sano juicio admite que haya sido un accidente, sino que por el contrario, se sigue pensando que fue asesinada y que su cadáver fue “sembrada” en su propia casa.