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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
El beso de Judas y el beso negro
La Federación, a pesar que Tabasco proporciona su riqueza material para repartirla a todos, no es congruente con nuestro estado. ¿Quién querría venir de otros lados a invertir con alguna empresa, si las dos energías --la eléctrica y la petrolera-- ¡están carísimas!? Aunque la Federación ha sido de alguna manera generosa (de dientes para afuera) soltando obra pública de cierta consideración, seguimos sin dar ese estirón económico. Lamentablemente, los errores cometidos por tabasqueños ineficientes; las finanzas públicas en quiebra; la falta de empleo y oportunidades, no dejaron más que un camino riesgoso: un permiso para que los municipios se endeuden. No es la mejor ni la más promisoria decisión, pero todo obedece a una situación de emergencia:
UNO: el gobierno del estado no está en situación bonancible, ergo entonces no podrá apoyar a los municipios con el 22 por ciento de rigor del presupuesto…
DOS: Cancelado este propósito, la Cámara de Diputados deja a los municipios en tesitura de endeudarse hasta en un 15 por ciento de estas participaciones…
TRES: Esa libertad concedida a los municipios les permite ascender un escalón para independizarse un poco más de la teta del gobierno. Bienvenida sea ésta porque no es fácil arrancar estos logros a un Estado que aunque en franco tobogán, aún sigue siendo durísimo…
CUATRO: Ya concedida esta libertad de endeudamiento, asalta sin embargo una pregunta: ¿y quién será el vigilante que detenga a los presidentes municipales a la hora que alegremente éstos abusen de ese privilegio legal? Es pregunta…
CINCO: Sin embargo, ese 15 por ciento de endeudamiento debe ser aplicado rigurosamente al campo, donde hoy somos auténticas vacas echadas… Aquí el tema se "encuacha", diría el tabasqueñísimo Enrique Priego Oropeza, con otro tema que los medios de comunicación estarán explotando: la develación del monumento al extinto ex gobernador Salvador J. Neme Castillo, el próximo viernes 28 de mayo. Porque Neme, aunque no era su convicción el campo, le dio todo su apoyo. Neme tuvo quizá uno de los mejores equipos de todos los tiempos en la, en ese tiempo, llamada Secretaría de Desarrollo.
Doctores en ciencias agropecuarias, ingenieros agrónomos, médicos veterinarios y otros especialistas, convergieron para hacer de nuestro estado, una entidad autosuficiente en lo agropecuario. Si la memoria no me falla, un entusiasta Edgar Garrido estuvo entre esos argonautas tropicales. La ganadería era factor importantísimo de nuestra economía. Y muchas de esas potencialidades abastecieron los rastros y plazas de la carne de la insaciable Ciudad de México. Por eso el viernes 28 que se develará el monumento a Neme Castillo, habrá que recordar --y citar-- que muchísimas cosas que sucedieron en su gobierno, fueron de capital importancia para que los tabasqueños sintieran que su economía funcionaba, muy bien por cierto. Hoy, a 18 años de aquellas jornadas que lo obligaron a irse, bien deberían los nemistas ver quién les va a tender la mano ese día. O quién les da el beso negro...
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