lunes, 5 de abril de 2010

Opinión: Francisco Peralta Burelo /Abr 05

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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

¿Dejarán de 'dobletear' nuestros diputados?

Normal ha sido que diputados en funciones ocupen más tiempo para andar en campañas de proselitismo que desempeñando trabajos legislativos.

Así ha ocurrido durante las últimas legislaturas locales. Diputado que llega a una curul estatal desde el primer día de su ejercicio prioriza las actividades de “gestoría”, que a final de cuentas no son más que campañas disfrazadas por la presidencia municipal de su pueblo.

Y eso quizá --como diría el célebre maestro Carmito-- “no esté bien ni esté mal”, porque los diputados (locales y federales) pueden realizar labores de gestoría constante, y por lo tanto recorrer su distrito y estar en contacto permanente con su electorado, a la vez que atender sus ocupaciones de carácter legislativo.

Qué bueno sería que compaginaran una y otra actividad: gestionar y legislar; estar en su comunidad y en el Congreso; no abandonar a sus electores ni a la Cámara de Diputados. No obstante, durante los últimos años no ha sucedido así.

El común de los diputados locales ha tenido un pie en el Congreso y otro pues en la presidencia municipal de su pueblo (y a veces hasta los dos pies en este sitio; dándose el caso que por priorizar el futuro político su ente y su preocupación no solamente se dividen sino que no están dónde deben estar.

Cuántos diputados no se pasaron buena parte de su último año de ejercicio legislativo promoviéndose para una consulta a las bases, posicionándose en las encuestas, realizando proselitismo electoral, haciendo amarres y negociaciones, repartiendo cosas, etcétera, en desdoro de su trabajo congresional.

Muchos, o más que eso, todos. Sin embargo ninguno de ellos –o acaso unos cuantos; dos o tres—pidió licencia a la diputación (a la que desde luego desatendió). Ni duda cabe que se la llevaron cómoda, porque siguieron siendo diputados y continuaron cobrando como tales sin desempeñar el cargo. El Congreso llegaría a lucir semidesierto. Y eso no fue sólo el año pasado: igual habría ocurrido en las anteriores legislaturas. Luego varios de ellos conseguirían una candidatura y a la vez se desempeñarían como candidatos y como diputados, acudiendo eventualmente a sesiones y ausentándose de comisiones.

La ley --como luego suele decirse-- les permitía eso y más. Es más, se los permite actualmente. De allí que tenga sentido la autocrítica que acaba de hacer uno de los diputados de la actual legislatura local en ese sentido y la propuesta que dice haber hecho suya de reformar la normatividad vigente para que ningún legislador “ostente dos cargos a la vez” y en caso de obtener una candidatura tenga que “renunciar a su curul”. Ojalá y esa reforma anunciada por el diputado Fernando Morales, presidente de la Comisión de Asuntos Electorales, logre concretarse en esta Legislatura porque es menester ponerle un freno a esa práctica que tanto ha arraigado dentro del Congreso local.

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