jueves, 25 de marzo de 2010

Opinión: Francisco Peralta Burelo /Mar 25

ppp
(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

A acabar con las “tapaderas”

Nadie debe ser “tapadera” de nadie en Tabasco. Ya esos tiempos en que unos y otros se cubrían --como se decía: “con la misma sábana”-- deben quedar desterrados definitivamente.

Nadie debe tapar lo mal hecho, ni tampoco la actuación de quienes desde un cargo hicieron manejo indebido de los recursos públicos e incurrieron en actos de corrupción. Hoy lo que debe hacerse es ponerlos en evidencia y aplicarles la ley con todo rigor.

Bien hacen, así, los dirigentes de los dos partidos más importantes de la entidad, Adrián Hernández Balboa y Javier May Rodríguez, en afirmar --en declaraciones por separado emitidas a la prensa local-- que el PRI y el PRD “no será tapadera de nadie”: ni de los propios ni de los ajenos.

Qué bueno que en eso coincidan ambos dirigentes. Ni el PRI ni el PRD deben ser “tapadera” de quien durante el ejercicio de un cargo público hubiera actuado --o esté actuando-- con deshonestidad. A ellos ningún partido debe proteger, por muy militantes suyos que sean, porque sería brindarles protección e impunidad a quienes utilizaron los puestos públicos para enriquecerse ilícitamente y para violentar la leyes vigentes. Empero no es suficiente con que los partidos no sean “tapadera” de nadie y que por igual pidan que a quien delinca desde un cargo público se le aplique la ley, sin ningún distingo. Se necesita mucho más que eso para que la corrupciónque durante los últimos años ha imperado en el estado se abata significativamente, porque no está en manos de éstos, ni de sus dirigentes, tapar y brindar impunidad a los alcaldes y funcionarios corruptos.

Los alcaldes que lleguen al cargo y que no denuncian los malos manejos de su antecesor sí tapan, si se quiere, a quien les entregó la alcaldía, pero ellos no son los más significativos “tapadores” de sus irregularidades (y menos aquellos que sí acuden no sólo a la opinión pública sino también a la instancia legal correspondiente).

Estos son otros.

En primer lugar el Organo Superior de Fiscalización, que ha tapado una y mil irregularidades de alcaldes y funcionarios públicos (cuántos cuentas públicas que debió observar no pasó sin observaciones y de cuántas irregularidades no dio aviso al Congreso local), después la Contraloría del Estado (y las contralorías municipales), tapaderas de quién sabe cuántas anomalías.

Los propios diputados locales --deliberadamente o por omisión-- han sido otra de las “tapaderas” históricas de irregularidades cometidas en el servicio público y por servidores y funcionarios. Está bien que los dirigentes del PRI y del PRD se deslinden y no sean “tapaderas” de nadie. Bueno sería que el titular del Organo Superior de Fiscalización, el Contralor General del Estado y los contralores municipales y desde luego los diputados se comprometieran a no “taparle” sus trapacerías a ningún servidor o funcionario público. Si no lo hacen, los ciudadanos tabasqueños deberían exigírselo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.