Opinión: Francisco Peralta Burelo /Mar 08

Panc
(Publicado en elDiario Tabasco Hoy)

Alianzas PAN-PRI, al descubierto

Entre el PRI y el PAN desde hace muchos años han habido acuerdos. O alianzas, por llamarles de manera más propia. La revolución hecha gobierno y la reacción --el PRI y el PAN pues--, durante épocas completas absolutamente irreconciliables entre sí, dado que eran adversarios a muerte en el país, de hace unos años para acá (con la derechización del priísmo) se entienden y, se ha dicho cohabitan (y cogobiernan México).

Antes eran como el agua y el aceite, no se juntaban para nada del mundo. La rivalidad era a ultranza y sin concesión de ninguna naturaleza de parte de uno o de otro. PRI y PAN se mantenían en su posición y de ahí nadie se movía; uno era la derecha y el otro la izquierda “atinada dentro de la Constitución”.

De unos años para acá, sin embargo, con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, necesitado de legitimación política, y con un panismo que se mostraba dispuesto a romper la frontera que históricamente había defendido, esa eterna rivalidad desembocó primero en acercamientos mutuos y luego en acuerdos y alianzas. PRI-gobierno y PAN sin duda alguna llegaron a una alianza estratégica (para cogobernar el país), misma que desde entonces habrán mantenido, aún y cuando fuera en lo oscurito y sin dejar mayores pruebas (aunque si despertaran suspicacias sus actitudes, tanto así como llegaría a hablarse de un PRIAN en el gobierno y en las mismas Cámaras del Congreso de la Unión).

Muchos fueron los temas en que el PRI y el PAN fueron juntos en uno o en otra Cámara Federal (cuantas iniciativas de uno y otro no se aprobaron en consenso dentro del Congreso de la Unión, no pocas de ellas, inclusive, contrarias a los principios rectores de viejo priísmo).

Cuantas gubernaturas no les entregó el PRI al PAN por la vía de la llamada concertación. Ahora ya no fue el PRI quien requirió del PAN para legitimar su Presidencia, esta vez los papeles se invirtieron y fue el PAN el que precisó del PRI, a cambio de lo cual --como aquél en su momento-- tuvo que hacer concesiones y llegar a acuerdos ocultos.

Quién sabe cuántas alianzas habrá habido entre ellos en estos últimos tres años supuestamente en aras de la gobernabilidad nacional. No hay nada nuevo en los acuerdos y alianzas PRI-PAN. Nos hayamos percatado o no de ello --porque por práctica los hombres del poder lo han ocultado-- debe de ser una enorme cantidad.

Acción Nacional ha venido gobernando en asociación con el Revolucionario institucional desde que tomó la Presidencia de la Republica (y ya antes, entonces estando al frente de ella el partido tricolor).

Sin embargo es hasta ahora que se tienen pruebas, y eso porque uno de los dos incumplió una alianza (no coaligarse con el PRD en el Estado de México y en Oaxaca), de cómo el PRI y el PAN se entienden en lo oscurito y cómo, en pactos turbios y bochornosos, hacen las cosas en el país para mantener la “gobernabilidad” y para repartirse el poder, dejando atrás uno y otro su historia y su ideología.