lunes, 8 de marzo de 2010

Doble Filo: Homero T. Calderón /Mar 08

Homero
(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Todas las mujeres de mi vida

Pedro Camacho, personaje principal de la novela de Vargas Llosa, “La tía Julia y el escribidor”, aduce que la cumbre de la edad masculina serían los 52 años. No comparto su opinión.

La edad ideal son los 62 años. Exactamente los que carga a cuestas este escribidor. Digo esto porque --aposentado en mi mecedora que me obsequió hace ya varios ayeres el médico Víctor M. Narváez-- hago un mínimo recuerdo mental de las mujeres que han pasado por mi vida. Han sido tantas, muchas de ellas amorosísimas.

Cantaría el ex Príncipe de la Canción, “Aunque pueda parecer aventurero, yo las amo de verdad”. Decíale, hoy tengo que festejarlas porque es el Día Internacional de la Mujer. Este homenaje lo cimento en una charla a la que me invitó el presidente municipal de Balancán, Milton Lastra Valencia, en fecha relativamente cercana.

Fui a su casa a donde invitó a alumnos y alumnas de la Escuela Normal de su municipio. Sucede que Milton es muy sensible ante la necesidad de los ciudadanos de su pueblo. Los chavos y chavas de la Normal fueron a su oficina a pedirle, ante la crisis que viven sus padres, que les permitiera ganar una lana. Lastra Bastar aceptó la petición de inmediato y se les empleó temporalmente para hermosear las calles balancanecas. Pintura y brocha en ristre, chavos y chavas se dieron a la tarea de ganarse unos 400 pesos por cráneo. El dinerito ganado les permitió, además de pagar el pasaje a su comunidad, acercarle a sus padres algo para solventar los gastos más inmediatos.

Lo mejor fue el día de pago. Milton Lastra reunió en el patio de su casa a unos 120 alumnos y luego de pagarles, les ofreció una comida que amenizada con los músicos del lugar, hizo que ese sábado --día del festejo-- fuera una fiesta inolvidable.

En lo mejor de la reunión, el presidente Milton Lastra invitó a este escribidor a que charlara con los jóvenes. Pensé: Dios, gracias por darme la oportunidad de dirigirme a lo mejor que tiene Tabasco: Su juventud. Confieso que me ganó la emoción. Recordé conjuntamente con las mujeres alumnas el difícil triple papel que desempeñan en la sociedad: ser maestras, madres y esposas.

Les dije también, para que estuvieran enteradas (os) que el nivel educativo de Tabasco está prácticamente en el suelo y que mucho deben esforzarse para que ese triste papel desaparezca. Tienen una ventaja: no están sindicalizados ni en el SNTE ni en el SITET. Los miembros de estos dos nefastos sindicatos --desgraciadamente-- ya no tienen nada de rescatable. Lo único que les interesa --les explicaba a los muchachos-- es cobrar la quincena y recibir seis meses de aguinaldo. Hoy cobran cuatro meses, dentro de poco, exigirán doce meses.

Hoy que celebramos y recordamos en este día a todas las mujeres del mundo, debo decirles a éstas: Sigan creyendo y aplicando lo mejor de ustedes a México, porque verdaderamente los necesita…

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